Di seguito gli articoli e le fotografie pubblicati nella giornata richiesta.
FARC, ETA, CHAVEZ E, PERCHE’ NO? BELZEBU’
di Guido Piccoli
La notizia è di quelle bomba. Scoperti vincoli tra le Farc e l’Eta, sotto la protezione del governo Chávez. In realtà il nostro Saviano aveva già annunciato d’avere le prove della collaborazione tra Farc e Eta. Al posto di Chávez aveva sistemato la camorra campana e il legame tra i tre soggetti erano la droga e le armi. Il giudice Velasco spara più in alto, attaccando il Venezuela. E di mezzo c’è il terrorismo, cioè il reciproco addestramento di Farc e Eta sull’uso degli esplosivi e l’aiuto che l’Eta avrebbe dato ai guerriglieri per ammazzare presidenti, ambasciatori e politici colombiani. Ci siamo presi la briga di leggere la documentazione che il giudice rende pubblica (Auto de procesamiento 75/09). La verità sull’asse del Male verrebbe dalle dichiarazioni di agenti spagnoli, di un paio di guerriglieri “reinsertados” e dal computer di Raul Reyes, il “ministro degli esteri” delle Farc, ucciso dal bombardamento attuato su ordine dei governi di Washington e Bogotà in territorio ecuadoriano due anni fa. Un vaso di Pandora che Chávez ha definito qualcosa che è diventato “folclore colombiano”. La documentazione è tenuta insieme da molta letteratura che, senza prove più credibili, appare un fantasy mal scritto.
Scorrendo il documento troviamo affermazioni della cui stupidaggine possiamo dare prova. Ad esempio, a pagina 5 si sostiene che tra le personalità da eliminare in terra spagnola ( e da individuare, grazie all’aiuto di Eta) c’è il signor Bernardo Gutierrez Zuluaga (e non Zuloaga, si copi bene almeno!), ex comandante dell’Epl, smobilitato. Una stupidaggine appunto: tutti in Colombia (e anche molti in Italia) sapevano che il suddetto soggetto fosse stato mandato, in premio per la sua collaborazione, all’ambasciata olandese e poi fosse entrato alla FAO di Roma.
Una sequela di balle quindi o di affermazioni senza prova, che però hanno portato Zapatero a chiedere spiegazioni a Chávez per il suo ruolo di “tutor”, all’ex presidente Pastrana di lamentarsi con Caracas mentre, guarda caso, l’ancora per poco presidente Uribe (l’ideatore della farsa del computer di Reyes) mantiene una certa prudenza. Ovviamente, tale sparata del giudice Velasco farà dire al nostro Saviano (per altro onesto e incisivo quando si occupa di cose che sa, come le malefatte della camorra) “avevo ragione”.
Cosa ci porta a liquidare questa storia come una balla? Non certo un manicheismo che non ci appartiene. O l’allineamento a quello che fanno Farc e Eta, due gruppi molto diversi, nati con tutte le ragioni decenni fa e cresciuti in contesti diversi, la cui utilità oggi o il cui contributo positivo nella realtà in cui operano sono tutti da dimostrare. Ce lo fa ritenere la pochezza o l’inattendibilità della prove portate, come appunto l’onnicomprensivo computer di Reyes o la parola di qualche reinsertado, che può deporre la speranza di libertà in un firma su un copione scritto da altri. E poi l’esperienza, la memoria storica sulle montature fatte, ad esempio, sulle Farc. Negli ultimi 20 anni, abbiamo letto di collegamenti delle Farc con tutti i terroristi internazionali da Bin Laden in giù, di bombe atomiche, di aerei affittati per ripetere le Twin Towers a Bogotà e, ovviamente di macchinazioni più rustiche. E il tutto proposto e propagandato da uno Stato che si dimostra nei fatti dieci volte più terrorista delle Farc (una percentuale non detta a caso, ma confermata dagli annuali rapporti- questi si credibili- di organismi seri come Amnesty International e l’Alto Commissariato dei Diritti Umani dell’Onu). A rileggere quanto si sta scoprendo ora in Colombia sugli avvenimenti tragici durante gli anni della “guerra alla droga” si deve ammettere che, ad esempio, un delinquente come Pablo Escobar diceva la verità laddove mentivano lo Stato colombiano, gli Usa con menzogne che erano “bevute” come acqua santa dalla stampa internazionale, compresi gli onesti Saviano dell’epoca.
E che siano balle quelle del giudice Velasco ce lo fa supporre anche il buon senso. Ad esempio, viene logico chiedersi perché con decenni di esperienza, Eta e Farc dovrebbero avere bisogno di istruirsi a vicenda. O chiedersi cosa spingerebbe Chávez a sostenere tutto ciò? Lasciamo perdere. La bolla della balla si sgonfierà presto, anche se ne faranno altre. Di pessima letteratura, come questa.
Viene nostalgia di John Le Carrè, quello si che è un grande.
Tres oficiales colombianos han acusado el general en retiro Mario Montoya, ex comandante del Ejército y hoy embajador de Colombia en República Dominicana, de haber participado en la planificación de la Operación Fénix, conducida en la región de Urabá y culminada con la que se conoce cómo Masacre de San José de Apartadó.
Exactamente hace cinco años, el 21 de febrero de 2005, en San José de Apartadó, ocho personas pertenecientes a la local Comunidad de Paz fueron brutalmente asesinadas. Cinco adultos y tres niños, Natalia y Santigo Muñoz, respectivamente de 6 años y 18 meses y Deiner Guerra de 10 años, fueron degollados con machetes después de haber asistido al homicidio de sus padres. Deiner era hijo de Luis Eduardo Guerra Guerra, el más importante líder de la comunidad, asesinado barbaramente aquel mismo día.
Según la confesión de los tres oficiales del Ejército, presentada durante el juicio que justo en estos días ve implicados a 10 militares por responsabilidades directas en la masacre, habría sido el propio Montoya, a la época comandante de la Primera División, a enviar la autorización a la Brigada XVII a valerse de guías paramilitares, unos 60 hombres, por la exploración de la zona.
Todos, desde los primeros días siguientes al hecho, desde el mismo Presidente de la República hasta el último funcionario hicieron su parte para garantizar la impunidad de los militares implicados en la matanaza y para desviar las investigacciones. Aunque ya el día siguiente el sacerdote jesuita Javier Giraldo y los miembros de la Comunidad de Paz habían denunciado las responsabilidades del Ejército y de un grupo de paramilitares, el mismo presidente Álvaro Uribe inculpó públicamente la guerrilla de las FARC. También fue negada la presencia de tropas del Ejército en la misma zona el día 21 de febrero, presentando mapas y documentos militares sucesivamente demostrados como falsos. El proceso a los diez militares implicados ha sido a riesgo de cancelación por vencimiento de términos en cuanto las audiencias se han tenido con algunos meses de retraso por la desaparición de unos documentos relativos a las pruebas contra los militares en la Fiscalía Nacional de Medellín dónde estaban custodiados.
Fue justo el paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, alias "Don Berna" a dar inicio al juicio confesando, en mayo del 2008, que su grupo "Bloque Héroes de Tolová" junto a militares de la XVII Brigada del ejército colombiano había cumplió la masacre en San José de Apartadó.
Confesión avalorada por la que fue entregada tres días después, por el capitán en retiro Guillermo Armando Gordillo Sánchez, detenido en noviembre del 2007, quien ha admitido su participación a la operación Fénix.
Mario Montoya, después de los hechos de San José de Apartadó fue nombrado comandante del Ejército de Colombia y el paramilitar "Don Berna" y "Salvador Mancuso" fueron extraditados por Uribe en los Estados Unidos por temor de ulteriores revelaciones.
Ahora, después de que Montoya ha entregado recientemente su renuncia por el escándalo de los "falsos positivos", (más de 2000 jóvenes asesinados por militares y presentados como guerrilleros caidos en combate), y después de su "promoción" como embajador en República Dominicana, la ulterior confesión de otro paramilitar, Daniel Rendón Herrera, alias "Don Mario", ante la Unidad de Justicia y Paz (el programa de desmovilización de los paramilitares), agrava ulteriormente su posición. "Don Mario" acusa el ex general de haber recibido 1.500 millones de pesos de Miguel Arroyave, dinero que le fue entregado para conseguir, en la guerra contra otro grupo paramilitar, el apoyo del Ejército al Bloque Centauros al que él pertenecía.
" El general Mario Montoya, gran general, ejemplo de eficacia, un hombre espontáneo, que no tiene nada escondido, que todo lo que piensa y cree, lo dice, con la espontaneidad que lo caracteriza, hombre de iniciativa, presentó renuncia, sin que nadie le hubiera pedido esa renuncia... General, no renuncie, estas dificultades, lo bueno es que todo esto se está haciendo público, ha sido la norma del Gobierno desde el principio: que nada de esto permanezca oculto. No renuncie, mi general, esto lo superamos”.
Ésta fue la defensa pública del general Montoya de parte del presidente de la República Álvaro Uribe, que es también Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de Colombia.
Los familiares de las víctimas de San José de Apartadó han pedido la inmediata orden de captura para Mario Montoya, "ejemplo de eficacia y hombre que no tiene nada escondido". Probablemente muy pronto él será obligado a renunciar a su cargo cómo diplomatico y a volver a Colombia para responder a estas graves acusaciones.
Son las extrañas paradojas colombianas. La justicia a veces funciona y eminentes delincuentes políticos y militares tarde o temprano caen en sus redes. Por medio de la prensa nacional se develan sus crímenes y sus vínculos con el paramilitarismo. La prensa es casi interamente de propriedad de la oligarquía colombiana representada en este caso por la familia Santos, la misma a la que pertenecen el vicepresidente de la República, (acusado por Salvatore Mancuso de ser vinculado con el paramilitarismo) y el ex ministro de la Defensa Juan Manuel Santos. Los eminentes delincuentes, vinculados de diversas maneras a los paramilitares muchas veces quedan presos y recordamos por todos el caso del ex jefe del DAS, (la inteligencia colombiana), Jorge Noguera Cote, también ex cónsul en Milán, acusado de haber entregado la estructura del DAS a los paramilitares, a quienes presentaba listas de personas incómodas que tenían que ser eliminadas.
Algunas veces, antes que inicien formalmente los juicios contra estos para-paramilitares, ellos son promovidos con cargos diplomáticos, consulados y embajadas en varios lugares del mundo, algunos considerados "estratégicos" por los servicios de seguridad colombianos.
El mismo Montoya fue enviado en República Dominicana a reemplazar Juan José Chaux, detenido en mayo 2009 en el aeropuerto de Bogotá con la acusación que se había encontrado en más que una ocasión con algunos de los más importantes jefes paramilitares colombianos. Este probablemente no fue el único objetivo de la designación de Montoya a la embajada en Santo Domingo. En República Dominicana la inteligencia colombiana, junto a la CIA y a la inteligencia israelí, ha intentado al menos dos veces de organizar planes para atentar a la vida del dirigente comunista dominicano Narciso Isa Conde, siempre solidario con los diferentes formas de lucha de liberación del pueblo colombiano y fuertemente crítico del gobierno de Uribe, quien lo ha acusado públicamente en varias ocasiones de ser "un terrorista". Pero todavía hay más ...
La República Dominicana se está volviendo en estos últimos años el acodo caribeño de todo el tráfico de estupefacientes procedentes de Colombia, un narco-estado en donde la corrupción, justo como en Colombia, impera en las estructuras políticas y entre las altas cumbres militares del país, que quedan impunes a pesar de algunos escándalos recientes que han visto militares involucrados en asuntos de narcotráfico junto a criminales colombianos. Existen vínculos criminales entre hombres de la inteligencia colombiana, militares y generales dominicanos, (unos de ellos pertenecientes a la Dirección Nacional de Control de Drogas y a la Marina de Guerra) y el mismo general Montoya.
Volviendo a Colombia, extrañas paradojas, decíamos. Todos saben todo, las noticias son de dominio público por lo menos al interior del país y algun criminal a veces queda preso. Listas de hombres para destazar con motosierras, jueces poco maleables obligados a renunciar, paramilitares utilizados como guías turísticas en matanzas del horror, soldados borrachos jugando a football con las cabezas de los campesinos... pero el Maestro Uribe, el titiritero, el mandante, queda todavía impune, más bien se hace reelegir, fraudulentamente, y piensa a como hacerlo por la tercera vez... Por el bien de todos los colombianos no logró.
Y se obstinan en llamarla democracia...
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