Esta nota será publicada en el boletín n. 8 de la campaña “Cada Uno por la Justicia” como respaldo a Narciso Isa Conde por la Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos Ecuador
Por Annalisa Melandri
No creemos que es por casualidad que el general Mario Montoya ha sido designado embajador colombiano en la República Dominicana después de sus renuncias como jefe del ejército colombiano por el escándalo de los "Falsos Positivos”.
Tal vez en Colombia creen que con con Montoya embajador en la República Dominicana sea más fácil llevar a cabo el plan criminal orquestado hace tiempo por el gobierno colombiano y la CIA en contra del dirigente izquierdista dominicano Narciso Isa Conde.
Narciso Isa Conde, uno de los presidentes de la Coordinadora Continetal Bolivariana y uno de los revolucionarios más destacados de su país y de toda América latina, que participó adolescente en la lucha contra el régimen de Trujillo y que por su participación en la revolución de Abril de 1965 y en la Guerra Patria contra la invasión de Estados Unidos ha sufrido cárcel y exilio, es acusado por el Palacio de Nariño y por la inteligencia colombiana y la CIA de ser un terrorista y un “alto dirigente de las FARC”.
Contra de él se ha organizado una verdadera campaña de desprestigio que el mismo Isa Conde en esta entrevista nos explica que tiene “su centro en un verdadero terrorismo mediatico... que llega desde la Cia, desde las agencias norteamericanas, y especialmente desde los organos de seguridad e inteligencia del régimen narcoparaterrorista de Álvaro Uribe”.
Narciso Isa Conde nunca ha escondido su empeño revolucionario caracterizado por no haber discriminado diferentes formas de lucha, incluida la lucha armada de las FARC, con las cuales “sostiene vínculos públicos de amistad y solidaridad de larga data”, por haber participado en el Caguán cómo testigo de la apertura del proceso de paz y posteriormente en un intento de mediación por la liberación de Ingrid Betancourt.
Hace años el mismo Álvaro Uribe había confirmado la noticia de la existencia de un plan criminal contra la vida de Narciso Isa Conde al entonces presidente dominicano Hipólito Mejía, mientras que el año pasado el general Mario Montoya, todavía jefe del ejército de Colombia viajó a la República Dominicana para consignar presuntas “pruebas” de los vínculos entre Narciso Isa Conde y las FARC.
“Pruebas” que imaginamos fueron sacadas de la "mágica" computadora de Rául Reyes, el número dos de las FARC asesinado en Sucumbíos (Ecuador), el 1 de marzo de 2008 junto a otros veinte guerrilleros y a cuatro inocentes jóvenes mexicanos.
El embajador colombiano en la República Dominicana era entonces Juan José Chaux Mosquera, reconocido jefe paramilitar que declaró públicamente su intención de perseguir los vínculos dominicanos con la guerrilla colombiana. Ese proceso de hostigamiento, iniciado en Colombia y que se actúa prácticamente en la República Dominicana, es aceptado pasivamente por las autoridades de ese país que nunca han tomado posición firme tampoco ante los acontecimientos que se producieron sucesivamente.
El 8 de septiembre de 2008 Isa Conde fue objeto de un intento de asesinato ante su casa perpetrado por una unidad de agentes de tropas especiales de la Policía Nacional conocidos como “Linces”, instruidos por expertos israelíes, que hostigaron armas en puño Isa Conde y su escolta. En esa ocasión fortunadamente la situación no degeneró y entonces la presión internaciónal además de las denuncias a los medios de comunicación hechas por el mismo Isa Conde hicieron que el presidente de la República Leonel Fernández lo convocara para brindarle públicamente su apoyo.
En el mientras el embajador colombiano Chaux Mosquera había sido pedido por la justicia de Colombia por haber participado junto a otros paramilitares en una reunón clandestina en el Palacio de Nariño.
Sin embargo el pasado 5 de noviembre otra agresión contra Narciso Isa Conde y sus hombres de la seguridad ha sido cometida por miembros de la Policía Nacional y también entonces en esa situación se evitó una disgracia, ya que los compañeros de la escolta de Isa Conde fueron agredidos por los policiales con armas apuntadas.
Todo deja pensar que se intente fabricar algún “incidente”para producir algo más grave.
La presencia del general Mario Montoya, acusado de crímenes de lesa humanidad, como embajador de la República Dominicana no deja presagir nada de bueno, por el compañero Isa Conde pero también por todos los dominicanos activistas y dirigentes sociales.
Solidarizamos por lo tanto con Isa Conde y con todos ellos, esperando que el presidente Leonel Fernández rechaze las credenciales de Montoya. Contrariamente serà reconocido culpable por cualquier acción que ponga en riesgo la incolumidad y la seguridad de nuestros compañeros dominicanos.
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