El 13 de febrero se cumplen 17 años del asesinato del dirigente minero que por defender 60 mil mineros peruanos desafió gobierno y paramilitares
Recordando el hombre con un poema de Juan Cristóbal
En esos días la Corte Interamericana de Derechos Humanos está examinando los documentos presentados por los familiares del dirigente “minero” peruano Saúl Cantoral, quien fue secuestrado, torturado y asesinado junto a otra sindacalista el 13 de febrero de 1989.
Traduco ese post desde el blog Somos un río lento del amigo Azor:
El crimen Sául Cantoral, ex secretario general de la Federación Nacional de los Mineros y Metalúrgicos del Perú, fue asesinado el 13 de febrero 1989 por miembros del grupo paramilitar Rodrigo Franco.
Los motivos Cantoral había organizado dos huelgas generales por los derechos de los mineros desarrollando la actividad básica del sindicato. Por eso había sido amenazado de muerte.
Saúl Cantoral Huamaní tenía 42 años, era casado y padre de 4 hijos. Fue antes secuestrado, torturado y luego matado. Nació en 1946 en un pueblo cerca de Ayacuyo. El vivió en Nazca cuando era niño y luego trabajó en la Marcona Minino Company y en la Hierro Perú. En 1987 fue elegido secretario general del sindicato de los mineros. El 17 de julio 1988 el gobierno y los explotadores de minas luego de haber rechazado una mesa de tratativas para buscar mejores condiciones de vida y de trabajo por los mineros, esos empezaron una huelga que siguió hasta el 16 de agosto. Más de 60 mil trabajadores pararon la producción minera. Según el gobierno de Alan García se perdieron como 120 millones de dolarés. El 9 de agosto durante la huelga, Saúl Cantoral fue secuestrado y torturado. Le inyectaron sustancias que dañaron su organismo. Por fin el gobieno reconoció el estatuto nacional de los mineros, pero terminada la huelga rechazò y no cumplió con el acuerdo. Así que los mineros se vieron obligados a organizar otra huelga por el 17 de octubre. El gobierno y los proprietarios de las minas empezaron una campaña denigrante contra los dirigentes sindicales quiens fueron llamados subersivos e fueron acusados de hacer parte del grupo de Sendero Luminoso.
La segunda huelga fue más violenta de la primera, fueron militarizados los campamentos de los mineros, la policía y los paramilitares los persiguieron. La huelga terminò el 12 de dicembre.
El 13 de febrero 1989 a las 19:30 Saúl Cantoral y Consuelo García, otra dirigente de los mineros fueron secuestrados por hombres armados, llevados en un carro y encontrados cadaveres a las 11 del día siguiente en el Parque Wiracocha de Cantogrande. Saúl fue matado por 7 balas a las espaldas y uno en la cabeza, a una distanzia de 12 metros estaba el cuerpo de Consuelo García.
El caso Cantoral ha llegado a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos de San José de Costa Rica. Los familiares no tienen mucha fé porqué acusan de ser responsables de la muerte del dirigente “minero”el actual presidente peruano Alan García. Ellos están convencidos que detrás del grupo paramilitar que mató Saúl Cantoral estaba el Apra el partido del gobierno que favorecía la oligarquía y las multinacionales.
Lo que sigue es el poema de Juan Cristóbal (Lima 1942) que pertenece a un libro inédito con el titúlo de El llanto/el fuego.
SAUL CANTORAL NO HA MUERTO
Jamás dejaste que las palabras o vientos te cerraran los ojos
Ni la tierra tan hosca como la desesperación de los lobos
Te entristeciera las manos con las cuales plantabas
en tus minutos de calma
Granadillas y mangos
Que comías con tu compañera antes de ir al trabajo
El tiempo fue una puerta abierta en tu vida
Por eso nadie pudo entender (a pesar de tu rostro
de campesino sin sueño)
A qué hora le enseñabas el amor a tus hijos
Y la felicidad (como un eucalipto) a tus amigos de barrio
Y si bien el sol no alcanzó la plenitud en tus labios
Poblaste con estrellas y huelgas los sueños del hombre
Por ello / cierta noche / cuando nadie te vio
Partir a ese rincón donde ni siquiera los gorriones existen
La policía aprovechó para partirte el corazón en infinidad de
pedazos
Cuando te enterraron una mañana de cardos y lluvia
Crecieron semillas y vientos como mares humanos
Y nadie pudo olvidar cuando bailabas huaynitos
en la sencillez de las fiestas
Ni dejar de repetir lo que tu esposa decía con una fotografía tuya
en el pecho:
“Saúl Cantoral no ha muerto / vive / como la primavera vive
en los resplandores maravillosos del alba”
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