Caracas 2 abril, 2010
La Asociación Bolivariana de Comunicadores, (ABC) saluda la reciente liberación del soldado Josué Daniel Calvo, el sargento Pablo Emilio Moncayo, así como la entrega de los restos mortales del capitán de policía Julián Guevara, entregados en un gesto de paz unilateral por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC–EP).
Reconocemos y agradecemos en nuestra calidad de amigos de la paz de Colombia y en nombre de los comunicadores colombianos que integran nuestra Asociación, el papel de los presidentes de Ecuador Rafael Correa; de Venezuela Hugo Chávez y de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.
Exaltamos la titánica labor de la nuevamente senadora Piedad Córdoba y el grupo de Colombianos por la Paz, quienes no obstante, las calumnias y las persecusiones que sufrieron por parte del Gobierno colombiano y del presidente Álvaro Uribe, siempre han luchado con compromiso y firmeza para lograr la liberación de los retenidos y por una solución política y negociada al conflicto colombiano que pase por el canje de prisioneros.
Consideramos que la omisión de Moncayo con respecto a Uribe refleja el rechazo tácito al papel oportunista y manipulador del presidente de Colombia que tanto retrasó su salida innecesariamente.
Si bien, todo salió conforme esperaba el mundo, de nuevo la nota disonante fue tocada por el Gobierno colombiano, que en la persona del Alto Comisionado Frank Pearl, lejos de manifestar alegría o conformidad con la liberación de Pablo Emilio Moncayo, saltó a señalar a la cadena multiestatal Telesur porque había transmitido unas imágenes del momento de la liberación del sargento en contraveniencia de una prohibición del gobierno de cubrir el instante mismo de la entrega, acusándole, por otra parte, de hacerle propaganda “a un grupo terrorista y secuestrador como las Farc”.
Con lo que no contaba el gobierno es que las FARC-EP hacen sus propios registros fotográficos y filmicos y los distribuyen a diferentes fuentes informativas, por una razón que es muy fácil de deducir, por lo obvia, la prensa colombiana, propiedad de quienes detentan el poder en ese país manipula permanentemente la información en favor de los intereses de sus dueños.
RCN, El Tiempo y Caracol entre otros, hacen permanente eco a afirmaciones falaces como la que hizo Pearl sobre las FARC-EP para seguir negando la existencia del conflicto armado y lo peor para perpetuar una cruenta guerra que debe resolverse por la vía política y negociada.
El Gobierno de Colombia, quien, como señaló Izarra, presidente de Telesur, utilizó fraudulentamente el logo de TeleSUR y de la Cruz Roja Internacional durante la operación militar de rescate de Ingrid Betancourt y otros prisioneros de las FARC, ahora acusa TeleSUR con el evidente intento de estigmatizar y criminalizar el trabajo periodístico que no se encuentra bajo su influjo político, poniendo así en serio riesgo la seguridad y la incolumidad de sus periodistas; profesión de alta peligrosidad en un país cuyo Gobierno violador de derechos humanos es acusado por diferentes agrupaciones y sectores sociales de cometer graves y reiterados crímenes contra la humanidad.
La Asociación Bolivariana de Comunicadores, (ABC) se suma al coro de voces de rechazo a las acusaciones contra TeleSUR y expresa profunda solidaridad a sus periodistas amenazados en el libre cumplimiento de su actividad profesional.
Asociación Bolivariana de Comunicadores, (ABC)
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